Dadas las fechas en las que nos encontramos, en la bienvenida al nuevo año y también para la visita de los Reyes Magos, creo que esta semana es la indicada para hablar de uno de los mejores acompañantes de la Rosca de Reyes, el chocolate caliente o a la taza.
Consumido desde hace siglos en sus distintas variantes en prácticamente toda Europa, el chocolate caliente en España se caracteriza por ser mucho más espeso y contundente que el que se sirve en países como Francia, Alemania, Austria o Suiza. Esto se debe a que el cacao a veces se mezcla con harina y se llega a hervir hasta en tres ocasiones para aumentar su densidad.
En Madrid, la tradición del chocolate a la taza se remonta al siglo XIX. De hecho, hay unas cuantas chocolaterías de aquella época que aún siguen funcionando y sirviendo miles de chocolates cada invierno. Y es que el chocolate caliente es tan popular que su consumo se asocia indefectiblemente al primer día del año, fecha en la que es toda una tradición desayunar un chocolate con churros, o al día de Reyes, cuando también se toma para acompañar a la Rosca.
Al ser un producto tan popular en Madrid se puede disfrutar en muchísimos sitios. Hay muchas chocolaterías tradicionales y también las hay más modernas, en las que, además del chocolate a la taza tradicional, también se pueden probar otros tipos y recetas de esta bebida, ya sea acompañada de especias, de frutas e incluso de licores.
Y para disfrutar de esta bebida en diferentes espacios, para encargarla o incluso para comprar el ingrediente principal, el chocolate, y elaborarla tú mismo en casa.